Cómo llevan el verano, ya estamos casi a mitad del verano prácticamente.
Como todos los jueves tenemos la colaboración de nuestra psicóloga Susi Grau de Inspírate y cambia tu vida. A pesar de estar de vacaciones no olvidó que hoy jueves era día de publicación.
Muchas Gracias Susi, que disfrutes tus vacaciones, que vuelvas con muchas energías y muy relajada.
Bueno sin hacerles esperar les dejo un artículo súper interesante para madres y niñeras que seguro nos ayudará a combatir el miedo a nuestros niños.
MONSTRUOS BAJO LA CAMA
Hoy nos metemos en
un tema difícil: el miedo.
Os he enlazado más
arriba la palabra miedo con la
Wikipedia para que podáis acceder a más información. No obstante, ahora os voy
a describir mi concepto de miedo, a
través de mi propia experiencia y de todo lo que he estudiado al respecto, y
las experiencias de tantos de mis pacientes.
El miedo nace de la precaución.
Poseemos el instinto de supervivencia, que nos permite resistir y realizar
acciones protectoras para nuestra vida, mucho más allá de lo que creemos que
podemos hacer, en condiciones normales. Este instinto es el que nos da una
fuerza en enorme durante unos minutos, para poder levantar un automóvil y
rescatar a un niño que quedó atrapado debajo. O saltar de una azotea a otra –y
acertar- para poder escapar del fuego o de una persona que quiere dañarnos.
Cuando estamos de verdad amenazados, la adrenalina –y otras sustancias- se
derraman en nuestro torrente sanguíneo y nos permiten durante unos minutos,
convertirnos en una súper mujer (o súper hombre).
La precaución es
sana, útil, favorable. Precaución es pensar en algunas contingencias que pueden
pasar –y que suponen un cierto peligro- y prepararnos para solucionarlas. Por
ejemplo, hay nubarrones negros en el cielo, hay mucho viento, eso indica que es
probable que llueva, así que cogemos un paraguas para protegernos del aguacero.
La precaución no provoca sentimientos desagradables, sino de satisfacción al
ser capaces de protegernos con eficacia.
Pero aunque el
miedo nace de la precaución y ésta es saludable, el miedo no lo es. El miedo no
nos protege, sino que más bien nos deja en un estado de parálisis, no podemos
pensar ni actuar. Nuestra mente tiene muchas cualidades, pero si desconocemos
cómo gestionarlas, pueden actuar en contra nuestra.
Esto es muy útil
cuando queremos influir en nuestra mente para conseguir algo que deseamos. Pero
cuando la mente usa esta capacidad y está
fuera de nuestro control, entonces un
escenario posible (que puede
pasar) pero no probable (que el porcentaje de posibilidad es pequeño), la mente
lo entiende como si fuera real (igual
que cree que la foto de una manzana es
una manzana) y nos asustamos.
Por ejemplo: nos ha
salido una pequeña mancha marrón en la cara. Vemos que no es una peca.
Observamos unos días, pero nos acordamos de que existe el cáncer de piel. Y nos
asustamos porque nos hemos creído en ese momento, que esa mancha es
el síntoma de cáncer de piel. Y ya está. Nos vemos en el futuro, enfermos,
agonizantes, en nuestro propio entierro. Y sufrimos, nos desesperamos, estamos
fatal. Puede pasar que en otro cierto momento, recuperemos la calma y nos demos
cuenta de que lo hemos inventado todo. Pidamos cita al médico y cuando vamos y nos
hace pruebas, resulta que no es nada. Un poco de melanina acumulada en un poro.
Pero, puede pasar, que no nos calmemos, que sigamos asustados, que nos cambie
el humor, que no queramos ir al médico. Hemos entrado en la espiral del miedo,
en un bucle del que no sabemos salir.
Y es cierto: hay
una pequeñísima probabilidad de que sea cáncer. Si estamos en calma, sin susto,
vamos al médico y descartamos esa pequeña probabilidad. Y si diera afirmativo,
como es tan pronto, tenemos muchas probabilidades de superar la enfermedad.
Estando en calma (que quiere decir en ausencia de temores y preocupaciones)
tomamos buenas decisiones.
Pero si confundimos posibilidad con probabilidad,
entonces, nos vamos a creer que estamos enfermos y asustados y preocupados,
vamos a tomar decisiones poco eficaces.
Sí, porque el miedo es un invento. Es una cosa que
en el campo infinito de posibilidades, puede pasar. Pero que pueda pasar no
significa que pase, que pase ahora o que te pase a ti.
Los adultos tenemos
un gran enemigo en el miedo, hemos de aprender a batallar con él, a recordarnos
que no es verdad, que no hace falta atemorizarse. Pues imaginad los niños que
además tienen todavía un pensamiento mágico.
Pensamiento mágico
quiere decir que no está guiado por la lógica. El pensamiento lógico tarda en
aparecer en la vida del niño, no es hasta los nueve años aproximadamente que
comienza a transformar su pensamiento hacia la lógica y la razón. Además, el
niño tiene una vivencia de su vida egocentrista. Que no quiere decir egoísta,
sino centrado en sí mismo. El niño cree que todo lo que ocurre lo provoca él.
Por ejemplo, si se disgusta con su madre y más tarde, ella se corta con un
cuchillo mientras hace la cena, el niño se sentirá culpable porque cree que es
por su culpa, porque él ha querido que a su madre le pasara algo físico debido
a su ira, a su disgusto. Al igual que un niño cree que ese lápiz que hacemos
ver que es un avión, es un avión, un
monstruo cree que es un monstruo.
Así que nada de
lógica para tratar con los miedos. Nada de burlarse de un niño algo mayor por
tener miedo. Nada de hacer ver que no pasa nada. No. Usemos su tipo de
pensamiento y démosle armas para luchar contra los monstruos.
Aceptemos la
realidad de ese monstruo –o de eso que le da miedo- y mostremos cómo actuar.
Por ejemplo, con firmeza y valor. Hola monstruo, no sé por qué estás aquí,
asustando a (nombre del niño) pero tengo que decirte que no eres bienvenido. No
queremos que estés aquí causando problemas, vete en paz y todo listo. Gracias.
Y podemos dibujar junto con el niño protecciones inventadas –pero que para él
son reales-, un arma secreta –por ejemplo un derretidor de monstruos- y dotarlo
de armas, con fantasía sí, pero que resulta real para él. Seamos creativas y
conociendo al niño, vamos a proveerle de estrategias que le funcionen. Si es
bueno con el cuerpo, pues que salte muy alto varias veces y el monstruo se
rompe.
Si es bueno cantando, que cante una canción que hace diminuto al
monstruo…
También podemos
mostrar, conciliación pacífica. Por
ejemplo, hola monstruo, puedes estar aquí
si no molestas, si nos dejas vivir a nuestro modo. Si alguna vez quieres jugar
pues pides permiso. Si te gustan las galletas puedo darte alguna que son muy
ricas. Es enseñar al niño a dar la vuelta a las cosas, a prestar atención a
lo mejor y no a lo peor.
Estas acciones las
podemos repetir las veces que haga falta hasta que el niño sea capaz de hacerlo
por si solo, hasta que ya no tenga miedo.
Y siempre observar (creo que ya lo he dicho más
veces), ver cómo evoluciona el tema, si se normaliza, si el niño está
aprendiendo a defenderse solito de situaciones comprometidas… darle nuestro
apoyo emocional y el refuerzo positivo ante su conducta valerosa. Veremos que en
la gran mayoría de casos, funciona y desaparece el problema.
Queridas niñeras,
hasta aquí he llegado hoy ¡saludos!
TRUCO
OFRECER OPORTUNIDAD PARA CRECER
Muchas veces nos quejamos de que el
niño no quiere hacer cosas (vestirse, anudarse los cordones, cortar la
carne…) sin darnos cuenta de que somos nosotras quienes se lo impedimos.
Sí, como no lo hace bien (todavía)
y va lento, pues nos parece más práctico hacerlo nosotras. Pues noooooooo,
muy mal.
Aprender requiere de práctica, de
repetir. Aprender necesita pasos sucesivos, ir practicando a trocitos,
comprobar que podemos hacerlo (al final).
Así que ofrece oportunidades a tu
niño o niños (y niñas) para crecer.
No todas las veces, pero algunas…tómate tiempo y deja que practique.
No le corrijas lo que hace mal sino dile lo que hace bien y muéstrale tú cómo
hacerlo bien (las veces que necesite). Refuerza al final del proceso, dale tu
atención y reconocimiento. Aliéntalo, dile que cada vez lo hará mejor.
Y como siempre, los niños nos
enseñan a nosotras.
Aplica este mismo principio en tus
aprendizajes. Prueba, repite, insiste. Aliéntate, confía en que puedes.
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Gracias Susi por este gran artículo, pueden pasar por su página web o su facebook para darle las gracias.
Si tiene comentarios o tus experiencias, me encantaría que las compartieras!.
Les espero en la próxima entrada, estén pendientes.
Besos,
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